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Torres de enfriamiento de hormigón con agua salada: consideraciones de diseño

Minimización del riesgo de legionelosis asociado con los sistemas de agua de los edificios. Publicado con autorización de ASHRAE ©2000. Este documento no puede copiarse ni distribuirse en papel ni en formato digital sin la autorización de ASHRAE. Póngase en contacto con ASHRAE en www.ashrae.org.

Una torre de refrigeración bien diseñada promueve el máximo contacto posible entre el aire y el agua, y lo hace durante el máximo tiempo posible. Este esfuerzo por parte del diseñador da como resultado una eficiencia que, si bien es muy apreciada en verano, tiene la capacidad de producir formaciones de hielo que degradan el rendimiento durante el funcionamiento en invierno.

Una torre de refrigeración reacciona de forma muy similar a un ser humano a su suministro de aire. Si se le obliga a volver a inhalar su propio humo, comienza a asfixiarse. Si se restringe ese suministro de aire, comienza a asfixiarse.

En los últimos años, los costes energéticos y la eficiencia operativa han adquirido una importancia considerable en la mente de muchos propietarios de edificios y operadores de plantas. Las perspectivas actuales sobre los precios futuros de los recursos energéticos sugieren que estas cuestiones serán aún más urgentes a medida que las preocupaciones medioambientales y el alto coste del dinero ejerzan un impacto cada vez mayor en el diseño y el funcionamiento de los edificios.

Las torres de refrigeración ensambladas en fábrica se han fabricado con acero "galvanizado en caliente" (HMG) durante muchos años. El acero HMG se recubre continuamente por inmersión en caliente con zinc protector en la planta de procesamiento de acero. El acero se trata después del recubrimiento con un enjuague de cromato para pasivar inicialmente la superficie de zinc, lo que proporciona protección contra las "manchas de almacenamiento húmedo" durante el almacenamiento, la fabricación y la operación inicial.