Motor de ventilador de accionamiento directo de imán permanente

Los sistemas de transmisión directa ofrecen varios beneficios clave:

• Las necesidades de mantenimiento se reducen drásticamente. Los motores de transmisión directa solo necesitan engrase ocasionalmente, lo que proporciona un ahorro potencial estimado de $1000 por año en comparación con la transmisión por engranajes para una torre de enfriamiento de paquete grande.
• La eliminación del acoplamiento y la caja de cambios significa menos componentes para alinear y mantener.
• Se mejora la eficiencia general. Cuando se tienen en cuenta las pérdidas por engranajes o correas, el motor de imán permanente puede proporcionar ganancias de eficiencia de 1-3%. En sistemas más grandes, esto puede suponer un ahorro de energía de hasta $1.400 al año.

Al optar por utilizar transmisión directa para una torre de enfriamiento, hay factores clave a considerar:

• Se requieren VFD para su funcionamiento. Los motores de imanes permanentes no permiten arranques a través de la línea y deben operarse a través de un VFD. Esto también es necesario ya que no se puede permitir que el eje gire hacia atrás (lo que puede provocar el flujo de aire natural cuando no está en funcionamiento). Un VFD ayuda a proteger contra esto.
• La capacidad de redundancia se reduce ya que no es posible realizar una derivación del VFD.
• Los motores de imanes permanentes son considerablemente más pesados que los motores estándar. Se deben tomar precauciones y pasos adicionales al montar y desmontar el motor.
• Los sistemas de transmisión directa tienen un precio de compra mucho más alto que los motores y accesorios estándar. Esto debe tenerse en cuenta para los cálculos del ROI.
• Si la altura del motor es más alta que la transmisión por engranajes que está reemplazando, es posible que sea necesario instalar el ventilador en el campo o enviarlo por separado e instalarlo en el campo.